Durante un viaje extracorporal se pueden recorrer grandes distancias y
atravesar todo tipo de obstáculos, pero también hay ocasiones en que el viajero
astral no puede atravesar una simple pared, y tiene que salir por la puerta,
como una persona física. Algunos pasajes de literatura religiosa parecen confirmar esta similitud entre la muerte y las Experiencias Extracorporeas. De algunos fragmentos de la Biblia podría deducirse que la muerte es allí descrita como la rotura de «un cordón de plata» que une el «otro» cuerpo al cuerpo físico, como por ejemplo se menciona en Eclesiastés 12. En otras religiones como la hindú o el budismo esta aún más arraigada esta idea y prácticamente en todas las culturas han existido "Chamanes" o Hechiceros que afirmaban tener Experiencias Extracorporeas. A veces el mundo físico visto en una EEAC no se corresponde mucho con la realidad. Puede que se añadan cosas con significado simbólico, como por ejemplo rejas en las ventanas para evitar la huida, o una especie de luminosidad en torno a los objetos. Sentir que uno sale fuera de su cuerpo debe ser, a todas luces, una experiencia impactante. Viajar hasta lugares lejanos, ver cosas que se escapan a la percepción habitual, y hasta sentir que se es algo más que cuerpo físico, son algunas de las realidades a las que es posible acceder cuando la mente se libera del cuerpo. Se trata de un fenómeno vivido no sólo por místicos, chamanes y personas que han sentido de cerca la muerte, si no por gentes normales en situaciones corrientes. Una súbita sensación de ligereza invade el cuerpo. Y antes de terminar de acostumbrarse, los ojos comienzan a percibir la habitación de modo diferente. |
Mientras dormimos a veces nuestro espíritu abandona nuestro cuerpo. |
Ya no está tendido en la cama, sino muy cerca del techo. O al menos eso
parece. Al girar la vista, surge una visión estremecedora: tendida sobre la cama
se encuentra una persona a la que uno conoce muy bien... demasiado bien. La
primera sorpresa es verse a sí mismo acostado, mientras que el auténtico yo se
encuentra flotando en la habitación. Después ya no hay prácticamente límites a
lo que puede pasar. Ir a visitar a un amigo al otro lado de la ciudad, viajar a
lejanos países, ver lo que pasa en la habitación de al lado, o incluso reunirse
con algún pariente que falleció hace cierto tiempo... |
miércoles, 11 de marzo de 2015
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